Un diagnóstico educativo resulta relevante en las instituciones educativas por varias razones: Puede que hayas recibido la noticia de que tu hij@ no aprende al mismo ritmo que el resto de los compañer@s de su clase. O incluso que se muestre frustrado o desmotivado hacia el aprendizaje.
Entendemos que en un principio pueda preocuparte pero tranquil@, es habitual que los profesores comenten estas cuestiones con los padres y que os propongan la idea de realizarle un diagnóstico al niñ@.
En Amets te acompañaremos en todo este proceso y nos gustaría explicarte en qué consiste exactamente:
El diagnóstico educativo tiene el objetivo de detectar las dificultades que repercuten en el desarrollo o en el aprendizaje o en otros ámbitos de su temprana vida (relaciones, autonomía…).
Gracias a este proceso, se descubren los puntos más y menos fuertes del niñ@ y se incide en aquellas áreas que necesitan de una mayor atención.
Este servicio es para ti si:
- Sospechas que tu hij@ puede tener dificultades personales. Por ejemplo:
- Desarrollo biológico atípico.
- Motricidad.
- Baja autoestima.
- Dificultad para seguir órdenes.
- Ritmo lento en la ejecución de tareas.
- Otros.
- Ves signos de que presenta dificultades académicas. Por ejemplo:
- No domina la lectura, escritura o las matemáticas en el grado esperado para su edad y/o nivel educativo.
- Los resultados escolares y el aprendizaje del menor es insuficiente para su edad y nivel educativo.
- Dificultades en la atención, planificación y organización.
- Otros.
- Ves señales de que presenta dificultades al socializar. Por ejemplo:
- Dificultad para relacionarse con sus iguales y la gente de su entorno.
- Dificultad para interpretar lenguaje no verbal.
- Otros.
Este servicio no es para ti si:
- Tu hij@ está desmotivad@ con todas aquellas tareas relacionadas con el aprendizaje.
- Tú hij@ no maneja adecuadamente las técnicas de estudio.
- Tú hij@ no obtiene buenas notas y quieres que obtenga mejores resultados.
- Ya se ha realizado un diagnóstico pedagógico al menor hace menos de 5 años, bien en el centro educativo, bien de manera externa.
- No has compartido tus impresiones y hablado previamente con el menor.
- No has acudido al pediatra del menor.