El Gabinete
Ayudamos a los niños a involucrar sus cuerpos y mentes a través de actividades divertidas y educativas.
Nuestra Filosofía
Tod@s somos diferentes y esas diferencias son las que nos hacen ser únic@s.
En Amets tratamos cada caso de manera personalizada, adaptándonos al máximo a cada persona para poder sacar la mejor de sus versiones. Tanto nuestro nivel formativo y años de experiencia como nuestra empatía, nos ayudan a afrontar cada reto que se nos pone por delante.
Amamos lo que hacemos.
Estamos aquí por vocación. Esto hace que estemos totalmente comprometidas y trabajemos de manera incansable para ayudarte en la difícil tarea de ser padre/madre. Nuestra labor principal es que niñ@s con dificultades de aprendizaje y necesidades educativas, mejoren como alumnos y, sobre todo, como personas. Además, colaboramos con centros educativos que necesitan la ayuda de un/a psicopedagog@ para hacer frente a esas dificultades que a veces surgen.
La confianza, uno de nuestros grandes tesoros
Otro de los aspectos clave de nuestra filosofía es la seguridad en l@s más pequeñ@s y en sus entornos de referencia como vehículo clave para alcanzar resultados. Tenemos confianza plena en las personas que se ponen en nuestras manos y potenciamos su autoconfianza.
Amets Gabinete Pedagogikoa nace allá por el año 2013 en el Distrito Este de Donostia-San Sebastián fruto de nuestra ilusión y ganas por ayudar.
Si de algo nos sentimos orgullosas, es de haber podido ayudar a much@s niñ@s y a sus padres/madres a lo largo de estos años, logrando en ell@s una mejoría tanto en lo académico como en lo personal. Ese es, sin duda, nuestro mejor regalo.
Si retrocedemos en el tiempo y nos comparamos con aquellas chicas que, llenas de ilusión, emprendían esta aventura, nos damos cuenta de que Amets ha sido también una magnífica experiencia para nosotras, la cual nos permite cada día avanzar como profesionales y mejorar como personas.
Andrea Tabernero
Directora – Psicopedagoga y especialista en dificultades de aprendizaje
«Desde pequeñita tuve claro que ayudar a los demás es mi pasión. En el colegio tuve la suerte de compartir clase con un niño con dificultades de aprendizaje. Recuerdo que el ver su capacidad de superación día tras día, su esfuerzo, su actitud positiva… despertaban en mí una admiración enorme y me hicieron saber que yo, de mayor, quería hacer lo mismo que la persona que día a día le ayudaba para conseguir sus objetivos.
Allí donde se me necesita es donde mejor me siento. Disfruto muchísimo ayudando a los demás y mi vida ha girado siempre en torno a mi vocación: he sido monitora y directora de tiempo libre durante muchos años, voluntaria en distintas asociaciones como ADAHIGI o BEROA y tras graduarme en Pedagogía, me especialicé en Psicopedagogía y en Dificultades de Aprendizaje y Evaluación psicoeducativa.
Y allá por 2013 me embarqué en esta preciosa aventura que fue fundar Amets.
Soy como un torbellino. La gente que me conoce me define como hiperactiva porque soy muy inquieta y me gusta aprovechar cada instante. Tal vez por ello, el baile es otra de mis pasiones. Llevo más de 20 años formando parte de una comparsa de carnavales, que es como mi otra gran familia.»
Nº de colegiado: 1729/72500514
Máster en Psicopedagogía – Universidad internacional de la Rioja.
Máster en Dificultades de aprendizaje y Evaluación psicoeducativa –
Grupo Albor Cohs
Licenciatura en Pedagogía – Universidad del País Vasco
Máster de formación del profesorado con especialidad en Orientación
Educativa – Universidad Nacional de Educación a Distancia
Graduada en Pedagogía – Universidad del País Vasco
Naiara Iradi
Pedagoga y orientadora educativa
«Diversas circunstancias vitales me convirtieron en una persona sensible y atenta con mis propias emociones y las de los demás. Siempre he querido que la gente de mi entorno estuviera bien y para ello he hecho todo lo necesario. En mi adolescencia comprobé que quería dedicarme a algo relacionado con el empoderamiento de las personas. Por eso me decanté por la pedagogía.
Soy una persona sencilla que con el tiempo ha aprendido a valorarse a sí misma y a disfrutar de cada pequeño detalle que el día a día me regala: una infusión en un día frío, una tarde de sofá junto a mi pareja, una comida familiar, reuniones con amigos en las que se para el tiempo; en definitiva, pequeños momentos y caprichos.
Los que me conocen afirman que soy una persona muy transparente, es ridículo intentar ocultar mis emociones o mis estados de ánimo, si me conoces un poco, sabrás como estoy. Esto en ocasiones me hace sentir frágil pero la mayoría de veces me convierte en invencible. »