Trastorno negativista desafiante

En ocasiones vemos a niños y niñas que les cuesta obedecer, tienden a la desobediencia, a las rabietas y a desafiar a los adultos o a otros niños. En ocasiones, diferenciar entre niños o niñas con carácter fuerte o muy emocionales con niños con trastorno negativista desafiante es un trabajo difícil. Hay que diferenciar entre el trastorno negativista desafiante y las características propias del desarrollo de la etapa en la que se encuentran los niños, ya que en ocasiones en dichas etapas pasan por fases con conductas negativistas propias de la edad.

 

Existen signos de detección de este tipo de trastornos que pueden llamar la atención independientemente de la etapa de desarrollo en el que se encuentre el niño, además son observables desde edades muy tempranas, es decir, desde preescolar, observando conductas o comportamientos más significativos, aunque en ocasiones puede darse en edades más avanzas, casi siempre, antes de la adolescencia.

 
Este tipo de comportamiento trae consigo un desgaste en la vida familiar, en las actividades sociales y en la vida escolar y laboral.

 

Un niño con trastorno, presenta síntomas como enfado/irritabilidad, discusiones/actitud desafiante o incluso, vengativa, de manera frecuente y reiterada. Cuando están enfadados o resentidos, pierden la calma, suelen estar más susceptibles o se molestan con facilidad. Cuando discuten, tienden a mostrar una actitud desafiante, discutiendo a menudo con adultos o figuras de autoridad, además de no acatar las normas que se le marcar. Tienden a molestar a los demás deliberadamente y suelen culpar a los demás de los errores o su mal comportamiento. Otro de los síntomas o características que aparecen en estos niños es su vena vengativa, son bastante rencorosos.

 

Por otro lado, como es evidente, hablamos de personas, con pensamientos y conductas distintas, por lo que el trastorno no afecta de igual manera a todos. Los síntomas pueden darse a distintos niveles de afectación. Los casos leves, se dan en un único entornos de afectación, por ejemplo, en casa, en cambio se habla de afectación moderada cuando existe más de un entorno que se ve afectado, escuela y familia, y por último, hablamos de una trastorno grave cuando las afectación se da en todos los ámbitos de su vida. La afectación del trastorno se agrava con la edad, si no es tratado adecuadamente, es decir, es posible que los síntomas comiencen en el hogar teniendo conductas disruptivas frecuentes, que si no son encauzadas o tratadas por profesionales puedan llegar a trasladarse a otros ámbitos de la vida del niño afectando de esta manera a más de un ámbito y pasando de un trastorno leve a moderado.

 

Estos niños, no son sumisos, les gusta liderar y quieren decidir, además son inteligentes y creativos, ansían nueva información para entender el porqué de las cosas, también quieren llevar a cabo sus propios proyectos y persiguen sus objetivos de manera incansable. Su afán de superación no encuentra limites, quieren probar y experimentar aunque sea imposible, y por último, tienen muchísima energía.